Una de las principales recomendaciones es solicitar la evaluación del crédito hipotecario en varias entidades bancarias por las distintas políticas de riesgo y financiamiento de cada una de ellas. Al mismo tiempo, cotizar las mejores condiciones que ofrece cada banco.
Las condiciones actuales para adquirir una vivienda son más complejas que hace unos años debido a varios factores, como las condiciones de las instituciones bancarias para otorgar créditos hipotecarios, el monto que se requiere del pie, así como una UF en constante alza y una tasa de interés de créditos hipotecarias más altas, que en marzo promediaron 4,45%, su mayor nivel desde el año 2013.
Es por eso, que el llamado es primero a cotizar entre las diversas entidades bancarias y escoger la opción más conveniente. En ese contexto, te entregamos una serie de consejos y recomendaciones para realizar una evaluación de crédito exitosa y poder adquirir la casa propia.
1 Monto total a financiar:
Los bancos calculan el crédito hipotecario a otorgar multiplicando tu sueldo 45 o 50 veces. Por ejemplo, si ganas $1.000.000, el máximo que podría prestarte el banco serían alrededor de $50.000.000, equivalentes a UF 1.750, aproximadamente.
2 Todos con pie y dividendo controlado:
En la actualidad, las instituciones financieras ya no otorgan créditos por el 100% del valor de la propiedad. Lo habitual es un 80%, pero en algunos casos se llega a financiar hasta el 90% (para personas con una mejor situación financiera). Respecto al dividendo resultante (es decir, lo que pagarás mes a mes), éste debe representar como máximo el 25% de tu ingreso mensual. La buena noticia es que tienes la opción de complementar renta con co-deudor, lo que amplía tus posibilidades.
3 Carga financiera:
Como es de esperar, los bancos revisarán todas tus deudas en el sistema financiero, incluyendo créditos hipotecarios bancarios, créditos de consumo, cupos de líneas de crédito y TC bancarias, salvo deudas que tengas en “mutuarias” y en las TC de “multitiendas”. La suma de las cuotas mensuales de tus deudas debe ser inferior al 35% – 40% de tus ingresos, aproximadamente. También hay que considerar que el monto total de tu deuda no sea mayor al de tu patrimonio, el que incluye vehículos, propiedades, ahorro comprobable, acciones, etc.
4 Comportamiento financiero
Al mismo tiempo, las instituciones financieras consultarán tu historial como cliente, para entender si eres un buen pagador. Quienes sean morosos en registros como Dicom u otro afín, difícilmente podrán conseguir la aprobación de crédito.
5 Ojo con ingresos variables y la antigüedad laboral:
Se definen como más riesgosos a quienes tienen ingresos variables, quiénes son independientes y quienes tienen lagunas laborales, o bien, un nuevo empleo desde hace poco tiempo. Por eso, resulta importante que logres demostrar estabilidad laboral y saber que los ingresos variables pueden ser castigados entre un 20% y 30% en tu evaluación.
6 Pre-aprobación de crédito:
Consiste en una evaluación más “light”, ya que no se piden documentos de respaldo y no se revisan tus antecedentes en profundidad. Por lo mismo, constituye un buen “anticipo” de la respuesta que puedes obtener o para entender mejor tu capacidad de endeudamiento.