Propiedades amobladas pueden rentar hasta un 100% más que los arriendos sin muebles

La gente que viene del extranjero, los separados y estudiantes de regiones son los principales interesados en viviendas totalmente acondicionadas . En su mayoría, no duran más de un año e incluso muchos las arriendan por menos de un mes. La gente paga por los muebles. Si la rentabilidad promedio anual de una vivienda sin amoblar es de 6%, al “vestirla” la cifra puede alcanzar el 12%, es decir, el doble de la renta obtenida de un arriendo tradicional, señalan gestores inmobiliarios.

Frente a este escenario, muchos inversionistas están apostando por esta modalidad de arriendo. El negocio está en comprar departamentos cero kilómetro de dos dormitorios y amoblarlos con todo nuevo. Si alguien tiene un departamento viejo y quiere dejar sus muebles, es mejor que saque todo y lo arriende sin nada

Los más demandados son los departamentos de dos y tres dormitorios, donde la presentación del mobiliario es un elemento clave: líneas modernas y minimalistas tienen mejor recepción que la decoración tradicional. Deben ser muebles que se vean como nuevos, por lo que se estila re tapizarlos cada dos o tres años, y entre cada inquilino hacer un lavado industrial.

Otro elemento que se aprecia es la ubicación. Se valora mucho la línea del metro, porque se trata en su mayoría de extranjeros que no tienen auto, pero son grandes consumidores de servicios. Los principales clientes son ejecutivos extranjeros. “Se trata de funcionarios internacionales de nivel medio, que no tienen el beneficio de trasladarse con sus muebles y las empresas los transfieren solo con la ropa, además existen también universitarios y personas recién separadas.

La mayor rentabilidad puede seducir a muchos inversionistas, pero hay que tener en cuenta algunas desventajas de arrendar amoblado. Lo más complicado es la alta rotación de los residentes, ya que cuesta mucho que se queden por más de un año. Además, el tiempo de colocación puede extenderse mientras se da con el arrendatario: la demanda es de uno a seis respecto de los sin amoblar. Hay que considerar el riesgo de la vacancia. Si no se tiene arrendado uno o dos meses al año, puede ser la diferencia entre perder o ganar plata.

Estas viviendas se pueden ocupar desde un día hasta un año, aunque muchas corredoras trabajan con contratos de mínimo 12 u ocho meses, por el desgaste que implica trabajar con arriendos de muy alta rotación. Es un inconveniente el arriendo por un par de días, porque hay que estar encima para evitar problemas con las cuentas.

Fuente: Jose Luis Marin (blog.remax.cl)