En tiempos en que acceder a la compra de una vivienda es difícil, por las exigencias bancarias y las altas tasas de interés para controlar la inflación en Chile, una conveniente opción para cumplir el sueño de la casa propia es la que encontró Gustavo Duarte, analista de productos de una administradora general de fondos.
Durante cinco años pagará 60 cuotas de arriendo del departamento en que reside, ubicado en Santiago Centro, para luego acceder a un crédito hipotecario y comprarlo, siempre que mantenga sus ingresos y el pago de deudas siga según lo proyectado. Todo esto, al mismo tiempo que abona para el pie de ahorro que exigen los bancos.
¿Cómo lo hizo Gustavo?
Cuenta que en 2019 firmó la promesa de compraventa del departamento —con estilo mariposa, 60 metros cuadrados y dos habitaciones— por 3.600 UF. Sin embargo, la crisis social y económica que vino después, más una emergencia médica, imposibilitaron que pudiera solicitar un hipotecario.
Para no arruinar el sueño de la casa propia, firmó el arriendo con opción de compra que le ofreció Hogarízate.cl, una plataforma que, básicamente, convierte el arriendo de una propiedad en el pie que se necesita para comprarla, beneficiando principalmente a personas que no pueden acceder a un hipotecario, pero tienen buenos antecedentes financieros.
En conversación con LUN, Duarte indica que «desde julio de 2022 pago de arriendo por el departamento unas 9,77 UF (cerca de $345.000) y otras 11,96 UF (cerca de $422.000) al mes como abono del pie y una pequeña parte a Hogarízate. Me ayuda a ordenarme y evaluamos cada cierto tiempo con los bancos si puedo acceder a un crédito. Lo bueno es que estoy viviendo en el departamento que elegí».
El analista es consciente de que corre un riesgo al no adjudicarse un hipotecario al término de los cinco años de arriendo, pero «lo asumo. Tengo años donde trabajo (estabilidad laboral) y las tasas deberían bajar».
¿En qué consiste el arriendo con opción de compra?
Francisco Recabarren es gerente general de Hogarízate y explica que las familias interesadas en esta modalidad deben aportar al menos un 5% del valor total de la propiedad, al principio.
En caso de no obtener el préstamo bancario, las personas pierden ese 5% —que funciona como garantía para los inversores inmobiliarios— y el eventual monto restante es devuelto. Por ejemplo, «para una propiedad de 3.000 UF, si el ahorro fue de 8% (240 UF), el primer 5% (150 UF) no tiene devolución. Las familias lo entienden, lo comparan con un hipotecario donde aportan el 20% y si dejan de pagar no lo recuperan», cuenta el CEO de la proptech.
Para el analista inmobiliario Teodosio Cayo, esta se trata de una buena opción de compra, «porque el arriendo se está pagando con un fin específico, aunque pueda salir más caro», consignó en LUN.
«Se está capitalizando para cubrir un pie y arrendar para comprar y no solo por alquilar. Sin embargo, hay que estar atento a las cláusulas de salida en caso de no obtener el crédito o hayan cambiado las condiciones para la persona», advirtió.