La decisión de comprar una casa suele ser principalmente emocional, aunque más tarde influyan otros aspectos menos subjetivos. Piensa que solo existe una única oportunidad de causar una primera buena impresión ¡no la podemos desaprovechar! Cuando un cliente comprador visita tu casa, la primera impresión que se va a llevar de ella es fundamental. Si ésta resulta positiva, ¡fantástico! Puede que sea el comienzo de una bonita historia que acabe en venta, pero si resulta negativa, Oh Oh! Houston, tenemos un problema! Ya puedes adornarlo como quieras, que lo habremos perdido para siempre. Presta atención a los puntos que te detallo.
Vender una casa es una tarea algo más compleja de lo que pueda parecer, por lo que primero hay que tener una vivienda en condiciones para vender y lo óptimo sería contar con un buen asesor inmobiliario en el que confiar la venta de la casa para que todo vaya sobre ruedas. En lo segundo estoy encantado de ayudarte, pero de lo primero debes en cargarte tú con estos consejos.
1. DESPERSONALIZAR LA CASA
Trata de esconder, ocultar… todo tipo de recuerdos como fotos de tus peques o de si eres cazador de primera y exhibes orgulloso un búfalo ¡no es relevante! De verdad. Y puede despistar las emociones de nuestro cliente comprador.
Tenemos que intentar que el futuro comprador se imagine viviendo en esta casa.
Si está llena de fotos y detallitos con los que no se comulga, la ilusión por comprar se verá eclipsada, ¡mantengamos el foco! Aquí lo importante es vender. Por tanto, la mejor opción es intentar despersonalizar la casa guardando todos nuestros artículos personales.
2. ARREGLAR SUPERFICIES Y EXTERIORES
Que la vivienda tenga bien pintadas tanto las paredes interiores como exteriores le dará mejor apariencia. Para las paredes interiores es mejor usar el color blanco o tonos claros ya que son más armoniosos y potencian la iluminación natural. Las superficies en madera, mármol u otros materiales pueden revitalizarse con poca inversión. Además, se debe revisar el revestimiento y el estado de las cercas, el patio, la terraza, los suelos y superficies de la cocina… poniendo especial cuidado a las estancias propensas a las humedades. Estos pequeños detalles requieren de una inversión pequeña y pueden evitar depreciar el valor de la vivienda y no escuchar “ya pero hay que pintar”, “tiene humedades”, “hay que reparar…”. La primera impresión será mejor y el cliente comprador verá que tiene menos inversión inicial que hacer. 😉
3. LIMPIEZA EN PROFUNDIDAD DE LA CASA
Antes de enseñar la casa a los potenciales compradores, hay que darle un buen repaso de limpieza a toda la casa teniendo especial cuidado con la cocina y los baños, el cliente siempre estará ojo con la limpieza y una casa sucia puede causar muy mala impresión. Hay que cuidar mucho los olores de la vivienda ya que es una de las primeras sensaciones que percibimos al entrar a un espacio cerrado, ¡el marketing olfativo es nuestro aliado! Podemos esparcir algún olor neutro o hacer café (que por lo general suele gustar…). Si en la casa se fuma o hay mascotas, además hay que ventilar bien. Una casa limpia y con buen aroma refuerza los puntos positivos de la vivienda y ensalza su valor, una casa un poco “descuidada” creará un fuerte rechazo en el comprador a priori.
4. BUENA ORGANIZACIÓN Y ORDEN EN LA VIVIENDA
Una casa bien organizada ayudará a mejorar la percepción del cliente sobre los espacios. Hay que aprovechar para quitar o guardar todo aquello que no sume a la venta de la vivienda como revistas, pilas de libros, ropa, juguetes esparcidos… Es un buen momento para empezar a empaquetar cosas para luego tener una mudanza más fácil y cómoda.
5. PARTES DE LA CASA QUE REQUIEREN ESPECIAL ATENCIÓN
- El recibidor o hall
Esta sí que es la primerísima impresión que tendrá cualquier persona de tu casa, dice mucho del estilo de la casa y de la persona persona que la habita. En cuanto abras la puerta a una visita, un cliente o al pizzero mismo, verá un recibidor mejor o peor decorado y percibirá un olor, ¡ahí se ha formado una primera impresión! Cuida todos los detalles para que sea siempre positiva, no tendrás otra oportunidad de abrir la puerta.
- La cocina
Por supuesto, la cocina debe estar como nueva, evitar tener la Nespresso, la batidora… ¡Y todo el arsenal de artilugios! Todos esos electrodomésticos distraen, roban espacio y agobian al visitante, tanto al cliente comprador como a cualquier visita que tengamos en casa.
- El jardín
En realidad será lo primero que atravesará si la vivienda es un chalet. Durante el camino hasta la puerta del recibidor ya se irá formando una idea de cómo será la casa: un gran macetero roto, el césped amarillo, las baldosas agrietadas… ¡horror! La casa puede ser estupenda por dentro pero la primera imagen ha sido como atravesar una casa abandonada. Un jardín bien cuidado aportará mucho valor al chalet, ya se imaginarán a sus hijos jugando seguros y a Rex (el perro) disfrutando del aire puro.
6. REPARAR PEQUEÑOS DETALLES Y DESPERFECTOS
Esas pequeñas cosillas de “ya lo arreglaré”, pues ahora es el momento. Marcos de puertas descascarillados por la humedad, persianas rotas, puertas que no cierran bien, el pomo de la puerta suelto, tuberías atascadas, el toallero del baño descolgado… Y esos desperfectos del hogar que por pereza no arreglamos y convivimos con ellos. ¡Ayudará mucho al aspecto de tu casa! Y el tiempo que te quede en tu hogar, lo disfrutarás más.
Todo esto unido a un buen precio de mercado para tu casa, harán que los potenciales clientes compradores tengan mayor interés por tu vivienda y les satisfaga pagar el valor de una casa bien cuidada. Y recuerda:
“Sólo tenemos una oportunidad de causar una buena primera impresión”
Si crees que vas a necesitar asesoramiento será un placer atenderte.